sábado, 24 de noviembre de 2012

Reflexionando sobre el mundo de los niños




 DESDE LA ÓPTICA DE FRANCISCO TONUCCI

Buen día a tod@s; en esta oportunidad presentamos un pequeño vídeo que nos muestra sobre cómo los deseos de un mundo de los niños se van interrumpiéndose por la aglomeración de la ciudad, las imposiciones de los adultos, la intolerancia y falta de empatía hacia a los más indefensos que son los niñ@s; olvidándonos que en un punto de nuestra existencia, también fuimos como ell@s. Tal vez tuvimos la oportunidad en esa época que las cosas o lugares por donde pasamos no sufra cambios vertiginosos o repentinos, pudiendo gozar del ambiente natural del cual fuimos conviviendo, sólo hasta hoy podemos comprender que el hombre según a sus necesidades va configurando la ciudad como él quisiera sin importar la edad, circunstancias o situaciones en el que se desenvuelve cada parte humana de este mundo.

Por lo tanto, FRATO, con su singular estilo e inteligencia magistral del arte del papel en tinta y ahora la proyección en movimiento podemos identificar muestras del mundo que un día desde más pequeños era un mundo diferente de vida de adulto y advierte la peligrosidad que lamentablemente  se observa a través de los medios de información, que es la de formar  niños con mente de adulto y comportamientos como mayores (tal como quisiéramos que se comporten), dejando el propio espacio de imaginación, fantasía, transparencia e inocencia. Tal vez este último porque la sociedad ha dado un salto cambiante en la que prima la desconfianza entre adultos y de tal manera el cuidado  a nuestros menores es de esperar.

Entre tanto, entre una conversación dada por Francisco Tonucci, más conocido como FRATO, nos deja un gran mensaje para reflexionar “… los maestros deberían aprovechar los momentos de libertad y juego de los chicos para observarlos, ver los aspectos de su carácter y las actitudes que normalmente en clase no se revelan. (…) no para usarlas contra ellos, sino para conocerlos más”.
“Los chicos tienen que llegar a la escuela con los bolsillos llenos, no vacíos, y sacar sus conocimientos para trabajarlos en el aula. (…) El trabajo empieza dando la palabra a los niños. Primero se mueve el niño; recién después el maestro. El maestro tiene que conocer lo que saben los niños antes de actuar, porque si se procede antes, seguro hace daño. (…) Si fueran escuchados, los niños podrían llevar a la escuela su propio pensamiento. Lo normal es que un niño que tiene una inteligencia práctica, hábil con las manos y que puede desarmar un motor, para la escuela no vale nada. Vale sólo si sabe elaborar lógicamente datos. Esa clasificación no tiene sentido. Esa actitud selectiva, de que hay pocos lenguajes importantes y de que los demás no valen nada, conducen al niño al fracaso”.“La escuela utiliza la desconfianza y eso produce una evaluación negativa basada en lo que el chico no sabe hacer. Apoyándose sobre lo que sí sabe hacer bien, la escuela debería motivarlo a recuperar y a ganar lo que no tiene como una conquista. (…) La escuela transmisiva supone que el niño no sabe y va a la escuela a aprender, mientras el maestro enseña a quien no sabe. Esa es una idea infantil, que piensa al niño como un vaso vacío, mientras el maestro vierte conocimientos que llenan al niño gradualmente. (…) El niño sabe y es competente y va a la escuela para desarrollar su saber”.
“La escuela debe ser capaz de leer la realidad concreta que rodea al niño. La geografía es la de su barrio; la historia, la de su familia”.
“El nacimiento de las democracias occidentales y el desarrollo industrial exigen de la escuela una formación elemental, una alfabetización masiva. Lo exigen porque, si la democracia significa gestión popular del poder, cada ciudadano podrá participar en ella en la medida en que se disponga de instrumentos para informarse, expresarse, discutir”. “La escuela no cambia, continúa siendo de complemento, permanece la selección aunque desplazada hacia los niveles superiores, los institutos, las universidades y el trabajo; sube el porcentaje de analfabetismo funcional, es decir, el número de los que nunca utilizan los instrumentos culturales más elementales propuestos por la escuela: la lectura y la escritura”.
“El problema es más profundo y continúa latente bajo las diversas formas estructurales y metodológicas: la escuela de todos no se ha convertido en la escuela para todos”.
“Ahora que todo el mundo va a la escuela son muchísimos menos los que pueden encontrar en su familia las necesaria bases-modelos culturales”.
“Una escuela que quiera ser realmente una escuela de todos y para todos, debe preocuparse por ofrecer a todo el mundo aquellas bases, aquellas motivaciones, aquellos modelos culturales imprescindibles para construirse un patrimonio de conocimientos, de habilidades, de competencias”.
“Paradójicamente, podríamos afirmar que tienen éxito en la escuela los que no la necesitan. La escuela, que debería contribuir a introducir la igualdad entre los ciudadanos, por el contrario alimenta las diferencias”.
“En la institución escolar no ha cambiado nada porque se ha dejado completamente al margen de este proceso de transformación a los profesores”.
“Nuestra escuela hoy vive prácticamente en la “ilegalidad”, en la incapacidad de aplicar sus propias normativas y con el temor de que aparezcan otras nuevas, aún más avanzadas”.
“Una reforma real de la escuela debería nacer de los que trabajan en ella, como exigencia de nuevos niveles profesionales, para la construcción de los cuales deberían utilizarse todas las energías actualmente disponibles”.
“Un proyecto que mire hacia el futuro, hacia el siglo XXI, debería examinar tres aspectos:
 a) El papel de la escuela y su relación con la realidad del exterior;
 b) El método escolar: relación enseñanza-aprendizaje;
c) El docente: su función y su formación”.

“La escuela asume el papel de entidad educativa por antonomasia, amplía su duración y multiplica objetivos y actuaciones. Las familias piden a la escuela que dé más y que compense las deficiencias familiares y sociales. La escuela se convierte es un lugar de sociabilización, de recuperación, de terapia…”
“El profesor no es el saber sino el mediador del saber”.
 “La escuela disfruta de la diversidad. Los puntos de vista distintos constituyen el motor indispensable de la acción educativa: ponen de manifiesto contrastes o contradicciones, solicitan comparaciones progresivas y profundizaciones posteriores”.
Me despido con un saludo fraternal para todos los colegas que buscan un mundo mejor para esos niños que necesitan ese espacio para ser escuchados.

lunes, 15 de octubre de 2012

PORQUE UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS

A todos quienes el arte visual es un placer, sean bienvenid@s a esta página "El mundo del cómic" donde encontrarán recursos educativos en caricaturas, tebeos, cómics y diferentes imágenes para el quehacer educativo, les invito a observar estas imágenes de Francisco Tonucci y comentarlo en la siguiente entrada: